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La IA no es (todavía) una amenaza para el empleo

Lo que sugiere la evidencia


En los últimos meses, han circulado predicciones alarmantes sobre la inteligencia artificial y su supuesta capacidad para eliminar grandes sectores de empleo. Los CEOs tecnológicos advierten sobre despidos masivos, futuros distópicos donde los humanos son prescindibles y transformaciones drásticas en el lugar de trabajo. Pero un nuevo estudio del Budget Lab de Yale, en colaboración con el Brookings Institution, ofrece un contraargumento más mesurado: en EE. UU., la IA generativa no parece haber provocado una pérdida generalizada de empleos desde el debut de ChatGPT a finales de 2022 (de hecho, su efecto no es notablemente mayor que en oleadas anteriores de cambio tecnológico) (Financial Times).


Lo que encontró el estudio

La investigación analizó los datos oficiales del mercado laboral estadounidense junto con medidas de la exposición de las industrias al uso de IA. Las principales conclusiones:

  • No hubo una correlación clara entre la alta exposición a la IA generativa y pérdidas desproporcionadas de empleo en los sectores.
  • El desempleo de los graduados ha aumentado, por ejemplo, los titulados de 20 a 24 años alcanzaron un 9,3% de desempleo en agosto de 2025, pero ese aumento no parece ser atribuible únicamente a la IA (Financial Times).
  • En esencia, el estudio sostiene que la IA hasta ahora está remodelando las tareas y los roles laborales, en lugar de desmantelar categorías de empleo amplias.
  • Los autores advierten que el impacto completo de la IA en el mercado laboral sigue siendo incierto y está en evolución.

Como dijo Molly Kinder de Brookings: “A pesar de la rapidez con la que ha progresado la tecnología de IA, el mercado laboral en los últimos tres años ha sido una historia de continuidad más que de cambio” (Financial Times).

Esto contrasta con la narrativa impulsada por algunos líderes empresariales que pronostican una disrupción masiva. Por ejemplo, el CEO de Amazon ha advertido públicamente que la IA significará menos empleos “corporativos” (Financial Times). Otros, como el CEO de Anthropic, han sugerido que podrían desaparecer roles de nivel inicial en áreas como derecho y consultoría. Sin embargo, los datos empíricos no respaldan claramente estas proyecciones extremas (Financial Times).


Por qué podrían sonar las alarmas

Puede parecer contradictorio: la IA es poderosa, avanza rápidamente, pero todavía no está eliminando empleos de manera masiva. Aquí algunas posibles explicaciones:

  1. Impacto diferido 
    Las disrupciones tecnológicas a menudo tardan años, a veces décadas, en propagarse por completo en la economía. Internet, los ordenadores y las olas anteriores de automatización no desplazaron sectores enteros de la noche a la mañana.

  2. Sustitución de tareas en lugar de empleos​
    En lugar de eliminar puestos por completo, la IA probablemente automatiza tareas específicas dentro de los roles, permitiendo que los trabajadores se orienten hacia tareas más complejas y no automatizables. Esta combinación de sustitución y aumento es una dinámica clave en la evolución tecnológica (ver investigación académica relacionada: Eloundou et al., arXiv
    ).

  3. Hype, señalización y presión
    Los ejecutivos enfrentan presión para adoptar la IA para mostrar innovación, reducir costes o parecer orientados al futuro. A veces los despidos o reestructuraciones se enmarcan como “disrupción de IA” cuando podrían existir otras presiones económicas..

  4. Variedad entre industrias, roles y demografía 
    Algunos sectores y tipos de empleo (especialmente tareas repetitivas y bien definidas) son más vulnerables, mientras que otros son más resilientes. Los trabajadores más jóvenes y con menos experiencia pueden sentir más presión, lo que potencialmente amplifica desigualdades.


Qué sucederá a continuación​

El estudio de Yale / Brookings no descarta la potencial disrupción de la IA, simplemente afirma que la transformación todavía no se manifiesta en pérdidas de empleo generalizadas. Los autores planean monitorear los datos mensualmente a medida que la adopción de IA se profundice (Financial Times).

Dicho esto, hay varias áreas que debemos vigilar:

  • Roles de nivel inicial y junior
    ​Si las empresas ven la IA como una forma de reducir costes, podrían contratar menos personal junior, lo que podría afectar las canalizaciones de talento y obstaculizar la renovación organizacional a largo plazo (Financial Times).

  • Cambios en la prima de habilidades 
    A medida que la IA se encarga de tareas rutinarias, la demanda podría aumentar para habilidades cognitivas, creativas y relacionales, ampliando potencialmente la brecha salarial.

  • Efectos asimétricos según el sector 
     Algunos campos (por ejemplo, derecho, contabilidad, creación de contenidos) ya han mostrado signos tempranos de disrupción, mientras que otros podrían permanecer relativamente protegidos.

  • Política, regulación y redes de seguridad social 
    El impacto social de la IA dependerá en parte de cómo reaccionen los gobiernos: programas de recualificación, apoyo a los ingresos o regulación del despliegue de IA.


Una visión equilibrada: ni utópica ni apocalíptica

Puede ser tentador oscilar entre extremos, ya sea proclamando la IA como salvadora de la humanidad o como máquina de desastre. Pero la evidencia hasta ahora sugiere una realidad más moderada. La IA no es (todavía) un destructor de empleos en conjunto; más bien, empieza a modificar los límites de cómo se realiza el trabajo.

Para los trabajadores, la adaptabilidad y el aprendizaje continuo serán más importantes que nunca. Para las organizaciones, el desafío es integrar la IA de manera responsable y sostenible, aprovechando su potencial y mitigando la disrupción. Y para los responsables políticos, el imperativo es claro: mantenerse vigilantes, monitorizar las tendencias y preparar apoyos para las transiciones en un ecosistema laboral en constante evolución.


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